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1 de noviembre de 2018

NORA MIÑARDÍ: “MI OBJETIVO ES GENERAR UNA MODA CHAQUEÑA QUE TENGA COMO ELEMENTO PRINCIPAL AL ALGODÓN”

Durante tres días fuimos partícipes de la gran feria realizada por el INTA, donde artesanos, emprendedores y productores alternativos pudimos exponer con alegría el trabajo que venimos realizando con mucho empeño durante todo el año. Revista Fabularia no solo estuvo presente, sino que anduvo recorriendo los diferentes puestos, conversando con la gente y compartiendo el entusiasmo por formar parte de la gran comunidad de trabajadores del sudoeste chaqueño a quienes nos convocó durante tres largos días la esperanza puesta en un mismo sueño: el de ver crecer a la región y a nuestro suelo.

En ese transitar entre charlas y mates, fui a parar al puesto de Nora del Carmen Mendizabal, que entre agujas e hilos conversaba con los transeúntes que visitaban la carpa. De cabellos plateados y aspecto bohemio, con voz de niña la escuchaba conversar a lo lejos, pues, no podía sacarle los ojos de encima. En su relato apasionada, con movimientos de manos señalaba a los tejidos, otorgándoles así el principal protagonismo, mientras tanto ella sonreía. De a poco, se fue descomprimiendo el puesto, los curiosos que avanzaban hacia los expositores vecinos y yo al fin, quedé frente a sus ojos que, con un brillo especial, me recibieron. Nos presentamos y la invité a que hagamos una entrevista, a lo que me respondió: “¿Vos vas a escribir sobre el miñardí? Entonces, lleváte uno de estos.” Tomó uno de los libros distribuidos sobre la mesa para ponerlo en mis manos y a mí me explotaba de felicidad el pecho. Como resultado salió esta charla entre amigas, la cual espero que disfruten tanto como yo haberla hecho.

 

Para quienes aún no te conocen, hablános acerca de tu historia, y cómo fue que te iniciaste en el oficio del tejido…

 

Nora Miñardi: Me gustaba la horquilla porque la tejía mi abuela con quien aprendí lo básico, porque la tenía lejos, en Guillermina, Santa Fé. Comencé a investigar sobre esta técnica y así fue que descubrí que era un tejido realizado para encaje que se estaba perdiendo, ya que no se fabricaban más las horquillas, entonces, decidí hacer prendas de ropa. Pasado un tiempo, como era una arte de encaje que se utilizaba solo para hacer puntillas, me comenzaron a llamar “la hereje”, porque son los jesuitas los que traen estas técnicas de tejidos acá, al igual que el ñandutí y las randas, de hecho, mi abuela se había criado en una escuela jesuita. Así fue que me inicié en la práctica y al terminar las cinco primeras prendas, recuerdo que llamo a la revista “solo crochet”, donde me dijeron: “no señora, nadie hizo ropa antes con miñardí, si usted tiene algo hecho ¿nos podría mostrar?” comencé a trabajar para ellos, hasta que un día cerraron.

 

Como podrás ver, arranqué con total desconocimiento de la importancia que tenía lo que estaba haciendo, sin saber que era una técnica que se estaba extinguiendo, así como tampoco sabía que a nadie se le había ocurrido elaborar prendas con ese hilado, mucho menos, que la palabra miñardi comenzó a ligarse a mi nombre, a tal punto, que me han borrado el apellido. Conclusión: hoy soy Nora Miñardi (pueden googlear, que no les miento) y eso me llena de dicha, porque lo máximo a que se puede aspirar en esta profesión como artesano es que tu nombre sea tu trabajo, por una cuestión de identidad y de respeto.

 

¿De qué se trata este libro que lleva el nombre de “Trayectoria, a bordo de una aguja de crochet”?

 

N: La idea de publicar un libro viene por la necesidad de desmitificar la idea de que el crochet es el ganchillo únicamente y yo, leyendo y averiguando, porque siempre digo no soy inteligente, soy muy curiosa (risas), fui mirando cómo fueron utilizando ese ganchillo las diferentes mujeres distribuidas por el mundo. Así fue que descubrí, que existen otras formas de crochet como ser el tunesino, el crochet ni, justamente en mi puesto de expositora, tengo el crochet con las agujas y expongo prendas realizadas con las distintas técnicas, las cuales no están pensadas en función de la venta sino, más bien, como estrategia didáctica para mostrar a la gente de qué se trata el crochet bruselas, el escocés, entre otros. Lo que quiero decir, es que este libro, al que también estoy presentando aquí en la feria, es una breve reseña de cincuenta años de trabajo desde una óptica muy personal y por eso mismo el nombre de “Trayectoria”.

 

“Arranqué con total desconocimiento de la importancia que tenía lo que estaba haciendo, sin saber que era una técnica que se estaba extinguiendo, así como tampoco sabía que a nadie se le había ocurrido elaborar prendas con ese hilado.”

 

¿Cuánto de cierto hay en que el tejido es una labor pensada exclusivamente para el sector femenino?

 

N: Me ha tocado conocer a varones que tejen y que, de alguna manera, es como si en su quehacer subyaciera cierta vergüenza, entonces, yo les digo “¿qué pasa? ¿les dijeron que el tejido era únicamente para mujeres? Pues, déjenme decirles, que eso no es así. Nunca, en ningún tiempo, ni lugar del mundo, fue cosa de mujeres. ¿Quiénes fueron los primeros que necesitaron hacer una red para pescar y que todavía aún lo hacen? Sí, los hombres. Pasa lo mismo con los nudos marineros, es decir, que, desde mi perspectiva, el hombre es el inventor del tejido: es quien lo fabrica, y lo podemos ver claramente acá, en esta zona en la que vivimos. Lo que hizo la mujer con esa misma técnica es darle una función doméstica, es decir, darle utilidad en el hogar. Quisiera agregar que, como tejedora, también participé de ABA (Asociación Bordadora de Argentina) organizadores de concursos internacionales de labores prácticas, donde ocho de cada diez integrantes del jurado a nivel internacional, nuevamente, eran hombres. Entonces, respondiendo a tu pregunta, personalmente, considero que nos han verseado de una manera increíble: elaboran los diseños, fabrican el hilado y son los jueces que lo evalúan, mientras que cuando vas a las tiendas donde se adquieren los insumos para trabajar, todo el mundo está convencido de que tejer es cosas de mujeres (risas).

 

¿Volviendo la mirada nuevamente a tu libro que al hojearlo veo que está ilustrado, también enseñas las diferentes técnicas que fuiste adquiriendo a lo largo de este tiempo, o más bien es un pantallazo de todo lo aprendido?

 

N: En este libro lo que propongo es un estudio del crochet donde realizo una división por técnicas y estilos. En las técnicas se encuentran los tejidos que requieren de la utilización de un accesorio tomo por ejemplo a la horquilla, osea: el miñardí, el tunesino y el crochet ni que son realizados con agujas especiales. Dentro de los estilos, podemos encontrar aquellos que se tejen con el ganchillo común como ser el escocés, el Bruselas, el Irlanda. Lo que sucedió, a mi curiosidad gracias, es que investigando tomé conocimiento de que el tejido escocés, por darte un ejemplo, tiene una forma particular ya que está ligado a su tradición cultural: cuando se muere un familiar, la familia desteje una prenda y el hilado se lava para ser dividido en la cantidad de hijas mujeres que tenga, pues, la tradición dicta que cada una de ellas, debe tener su manto de cama llegado el momento de la boda. Allí se resume un historial familiar, entonces, hacen una red de base y después lo rellenan, al realizar este último paso, se cruzan los colores y eso es lo que forma los cuadros escoceses que nosotros vemos. Además, por los colores utilizados se puede distinguir a qué zona y a qué clan pertenecen. En lo que a tejidos se refiere, viene a ser algo similar a los ponchos norteños que se distinguen de los ponchos sureños, y al poncho pampa, ya que todo tiene un significado que viene en relación a una geografía y a una cultura.

 

También es interesante ver lo que sucede con el irlandés. Las mujeres tuvieron que sostener la economía durante época de guerra, allí fue que comenzaron a copiarse unas a otras. Las que manejaban el mercado eran las encajeras venecianas y allí nace la rosa de Irlanda, el Bruselas al crochet. Quiero decir, que son estas las cuestiones que desarrollo en mi libro a manera de ensayo, donde me tomo el trabajo de diferenciar las particularidades del bruselas, del freeform, bosnio, etc. y cómo poder aprovecharlos, poniendo los recursos a nuestro servicio. Todo ello, redactado casi con un estilo biográfico, expuesto a manera de anecdotario, con la aparición de algunas que otras vivencias que compartí con los turistas y compañeros artesanos en la feria de San Isidro y, por eso, me gusta llamarlo como una reseña modesta, humilde de la actividad a la que le dediqué mi vida.

 

“Mi pregunta es la siguiente: ¿Por qué no generamos una moda tropical (de trópico a trópico) hecha a base de algodón, que además es regional? es decir, más representativo ¡imposible! Ese es mi objetivo ahora: generar una moda chaqueña que se pueda exportar y que tenga como elemento principal al algodón.”

 

¿Qué tipos de productos estás ofreciendo hoy por hoy en tu puesto?

 

N: Estoy exponiendo distintos tipos de prendas, como podrán ver, lo que hago es aprovechar al cien por cien los hilados. Ocasionalmente, pasé por el INTA en búsqueda de semillas y me encontré con que estaba sobre la fecha este evento, así que presenté todo lo que tenía, la verdad es que me hubiera gustado tener más tiempo para diseñar prendas en algodón (que aquí se produce en gran cantidad) para utilizar esos tonos rústicos en colores tierra, trabajándolos de modo artesanal y así, poder aportar mi granito a la moda regional, con estilo tropical. Es ese mi deseo ahora. Sin ir más lejos, lo que nosotros conocemos como tejido ñandutí, es parecido al miñardi pero es bordado, se lo realiza con agujas de cocer, no de tejer, pero son las mismas técnicas que trajeron con las misiones jesuíticas: el ñandutí, es encaje de tenerife pero con hilo de color, lo cual está siendo exportando como artesanía paraguaya. Las camisas bordadas, son hechas con técnica de bordado noruego y también son exportadas como artesanías paraguayas, lo cual me parece perfecto. Ahora, mi pregunta es la siguiente: ¿Por qué no generamos una moda tropical (de trópico a trópico) hecha a base de algodón, que además es regional? es decir, más representativo ¡imposible! Ese es mi objetivo ahora: generar una moda chaqueña que se pueda exportar y que tenga como elemento principal al algodón.

 

Por: Carla Fabiana López  /  Fotos: Hwctor Vicen  Fuente: //revistafabularia.com

 

 

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