El día de los alegatos, nos hallábamos organizando las banderas y carteles en la vereda, cuando se presenta un empleado del tribunal a decir: _” Dijo la jueza que saquen los carteles y banderas, que acá no se puede poner ningún cartel”_ Preguntamos porque no podíamos estar con nuestros carteles, que estar en la vereda, que es la vía pública no molesta a nadie, que Villa Ángela sería el único lugar de la provincia donde no se permite una expresión democrática civil, pacífica. Unos pocos minutos de palabras desarmaron la orden que traía el empleado que terminó diciendo, “bueno, sino pongan los carteles más allá”. En este contexto se desarrollaban los acontecimientos: el poder judicial, tal como parece se consideran, como una casta o clase superior, demostraba haciéndole dar la cara a un empleado, su creencia que ellos están por encima, que ningún grupo de infelices va a venir a decirles en su propia vereda, cuáles son sus errores, menos aún a criticarles sus fallos retrógrados, clasistas y muchas veces dudosos. Y ASÍ ACTUARON: una nota de prensa dice “Bali, tuvo su balcón para declarar”, mientras que a la víctima le faltaron el respeto haciendo que diera su declaratoria prácticamente en un pasillo, sin resguardar ese momento sagrado del testimonio que a quienes han sufrido abuso les cuesta tanto revivir. Y ASÍ DICTARON EL FALLO: atronaba los oídos el resultado, presagiado, pero fundamentalmente preparado para salir desde el segundo número uno del juicio: el Dr. Bali no sería condenado. ¿Por qué? _Porque es un funcionario importante que aplicó bien las políticas sanitarias_ Puede ser, pero abusó de una empleada_ Ah, pero ella no era de planta_ ¿Y por eso no habrá justicia?_ Si habrá, él saldrá absuelto_ ¿Y ella?_ Ah, ella no importa, no es nadie. A partir de ese momento, en que la denunciante decide apelar la sentencia se agrega a la querella como Patrocinante Técnico y Jurídico, el DR. PAULO PEREIRA, especialista en causas de derechos humanos de la ciudad de Resistencia, quien compara el destrato que sufrió la denunciante con el mismo que aplicaron para con la víctima, en el CASO RODA ¡Dios mío! ¿Con qué libros estudiaron estos jueces? ¿Hasta cuándo vamos a estar pidiendo justicia, cuestionando fallos y volviendo a hacer los juicios que ya se hicieron porque los hicieron mal? Convoco a que nos preguntemos: ¿No será más fácil que todo el poder judicial, desde los jueces y juezas, hasta el último personal subalterno, se capaciten DE VERDAD en perspectiva de género para evitar seguir cometiendo errores tan groseros en sus fallos? Y podrían aprovechar para leer y estudiar, ley Micaela, ley Kunath, Belem do Pará, San José de Costa Rica y de paso informarse sobre caso LNP, el más emblemático de nuestra provincia que por fallo de la CIDH los estados nacional y chaqueño debieron pedir perdón a la sobreviviente por haberle dado la espalda. La formación patriarcal de la justicia es anticuada para este presente que al grito de NI UNA MENOS irrumpió exigiendo derechos para las mujeres, no importa la edad que tengan. Suponer que ese camino iniciado por millones se va a interrumpir es ingenuo, rayando en lo ridículo. Por lo tanto, la única posibilidad que queda es que el poder judicial, al menos en Villa Ángela, comprenda que el mundo ha ido cambiando y ellos se quedarán afuera si no se mueven. No queremos que mañana nuestros familiares víctimas sean “el caso E.G.” ”Caso A.G.”, queremos que entiendan que quien sufrió ASI es la víctima y debe ser resguardada su intimidad y preservada su seguridad. No sé quién lo dijo, pero parece que lo hicieron pensando en nuestra ciudad: “La perspectiva de género no es optativa sino un imperativo constitucional del que los jueces no pueden apartarse” Más claro ¡échenle agua! #YO SI TE CREO. #JUSTICIA CON PERSPECTIVA DE GÉNERO Fuente Nos Queda El Caracol