Jueves 28 de Marzo de 2024

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26 de enero de 2021

LA INTENDENTE SUSANA MAGIO DESPIDIÓ A DON ISIDRO DALMASSO

Santa Sylvina - Hay despedidas que cuestan y duelen pero que también nos hacen reflexionar sobre el valor inigualable de las personas, de aquellos que como don Isidro Luis Dalmasso, llevaban consigo la condición de buena gente.

En 1963 arribó al calor chaqueño, con sueños a los que nunca renunció y se encargó de concretarlos, docente con convicción y vocación, maestros de los que no se olvidan por su sabiduría, su poder de inspiración, dueño de una carrera profesional intachable que le permitió desenvolverse en altos cargos sin perder una pizca de su humildad.

La familia siempre fue su bálsamo para renovar ese buen humor inquebrantable, la anécdota siempre dispuesta para alegrar el oído de cualquier interlocutor de turno, el chiste espontáneo, ser un personaje del pueblo, reconocido y admirado por todos.

Llegó a la vida sylvinense para “sumar”, desde siempre, desde el primer momento. Se conmovió con el latido del club de sus amores, lo hizo crecer con su poder de gestión y esa mirada inteligente, capaz de captar el potencial que ni las mismas personas sabían que lo tenían. Y, así, le dio a Santa Sylvina “el club que se merece”, el que hoy lleva su nombre, para inscribirlo en la historia del papel, la tinta y los caracteres de la virtualidad, pero sobre todo para dejar grabado a fuego su quehacer incondicional en el corazón de todos los que jamás podremos olvidarlo.

Don Isidro fue luz y fue el mejor de los fuegos que Galeano caracterizó en sus historias y, aunque el destino, se empeñó en quitarle el brillo de sus ojos, como a aquel poeta ciego de la antigüedad o al escritor del “Poema de los dones” que en sus versos dijo: “Nadie rebaje a lágrima o reproche esta declaración de la maestría de Dios, que con magnífica ironía me dio a la vez los libros y la noche”. La noche llegó lenta, con un atardecer lleno de bermellones, que le permitió seguir brindando desde las limitaciones propias de la enfermedad, todo lo que sabía, lo que podía y aún más.

Hoy, 26 de enero de 2021, nos toca decir adiós a nuestro pintor del alma sylvinense, a nuestro hacedor, virtuoso en experiencia, dichoso de saber, un poeta errante de lo simple y lo cotidiano, un hombre que entendió la razón del servicio desde la humildad, un ser inolvidable que dio vida a nuestra comunidad.

¡Duerme en los brazos del buen Dios querido Isidro Luis Dalmasso!! Tu paso terrenal no ha pasado desapercibido!

Nuestro abrazo y cariño de siempre a su esposa Kuki, sus hijos Oscar, María Luz y Adrián, a sus nietos y seres queridos en este momento de profundo dolor.

 



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