Aquí no hay ninguno más importante que otro, son indispensable por igual, ya que uno ayuda al otro para prevenir enfermedades como diabetes, hipertension, obesidad entre otros.

Ellos son; la Nutrición, la Actividad Física  y el Descanso.

¿Qué tener en cuenta en cada uno de ellos?

1. Nutrición

Desde nuestro plato de cada día aportamos salud a nuestro cuerpo, por ello debemos elegir bien, ya que los alimentos son nuestra forma de fortalecer el organismo, reforzar la inmunidad y mantenernos en un peso saludable.

Primero que nada hacer las 4 comidas, saltearse alguna de ellas, en ocasiones genera ansiedad, mayor hambre y terminamos haciendo 1 o 2 comidas al día de mucho volumen que con el tiempo va a generar malestares digestivos.

Comer comida real, que sean frescos, sin tantos ultraprocesados, como verduras, frutas, legumbres, cereales integrales e hidratos de carbonos complejos, huevo, carne que son fuentes de energía, proteínas, vitaminas y minerales naturales.

También cuidar las porciones, que junto con la buena distribución, nos ayuda a siempre sentirnos con energia para trabajar, entrenar y realizar las tareas cotidianas.

2. Actividad física

Movernos es la clave, si hoy en día somos sedentarios, nos debemos imaginar que es como subir una escalera, debemos ir escalón por escalón.

Las recomendaciones en general de ejercicio por día es de 60 minutos diario de ejercicios moderados o 60 minutos de ejercicios intensos 3 veces por semana.

Lo cual es la meta a llegar, debemos iniciar de a poco, y con lo que nos gusta, pensando en que el ejercicio nos ayuda a prevenir problemas cardiovasculares, elevar la inmunidad, fortalecer nuestros músculos y ganar fuerza, todo ellos beneficios para nuestro futuro y no un castigo.  

3. Descanso

Este es el tercer pilar para nuestra salud, tanto física como mental, ya que cuando dormimos se reparan nuestro cuerpo y descansa nuestro cerebro.

Luego de un día cansador, ahí es donde nuestros músculos crecen, se recuperan y se recargan de energía (junto con la alimentación) para enfrentar un nuevo día. Debemos lograr un mínimo de 6 a 8 horas de sueño reparador, es decir, que al otro día no nos levantemos cansados.

Para ello debemos ajustar nuestra rutina, alejarnos de las pantallas 1 hora antes de nuestro horario de descanso, cenar 1 hora antes, asi favorecemos la digestión y logramos conciliar el sueño.

Es sumamente importante que estos 3 pilares funcionen como un reloj, encadenados, ya que en forma conjunta beneficia la salud integral de las personas, prolongado un bienestar y calidad de vida.

LICENCIADA EN NUTRICIÓN MAURA KULINKA