Si bien desde hace varios años Oscar, ya había emigrado de la tercera ciudad Chaqueña, emprendiendo nuevos rumbos, pero siempre cercano por sus hijos y su madre quien reside en nuestra ciudad. En la madrugada de este 25 de mayo, luego de haber padecido COVID y por secuelas de esta enfermedad, a os 55 años, se apago la voz de uno de las personas que fue pionero en la comunicación en la ciudad, generando un medio donde han pasado innumerable de los comunicadores más importantes de toda la zona.

En el año 1988, comenzar una radio con mitad de programación dedicada a la iglesia, y la otra mitad a púbico en general, era toda una novedad, y que hasta le costó alguna que otra crítica, pero de igual manera él siguió y logro poner este medio de comunicación en los primeros puestos en cuanto a audiencia, y abriendo las puertas a locutores reconocidos como el Profesor Hugo Gazcek, Juan Carlos Barros, que en esa época eran las voces más reconocidas a través de una radio AM que funcionaba en la provincia, pero que él había logrado traerlos a la ciudad.

“Yo tuve el privilegio de haber trabajado con él, fui uno de los primeros operadores que tuvo esa radio, y el Colo, mas allá de ser el jefe fue hasta el último tiempo fue un gran amigo. Una persona fuera de serie, con la que aprendí mucho, y que se que a nuestra ciudad, en lo que es medios de comunicación, le ha dado mucho, siendo pionero en nuestra zona para esas “locuras” que él hacia”, comento Betto Carrizo, uno de los primeros operadores de aquella Radio Manantial.

Desde hace unos años Oscar, se había dedicado de tiempo completo al servicio de Dios, realizando diferentes tareas e contención, seguimiento de personas que estaban enfermas, visitándolos en los sanatorios u hospitales. Era común verlo recorrer los pasillos, entregando una palabra de aliento y haciendo una oración. Estuvo trabajando activamente como Pastor de Adolescentes, en Iglesia de la ciudad, de resistencia, donde ha dejado un legado inmenso de amor y servicio pleno a Dios.

En el servicio de despedida de Oscar, quedo demostrado el amor y lo mucho que había hecho por una cantidad importante de jóvenes y mayores en la ciudad de resistencia, y también un legado de amistad y amor de mucha gente que eran de “época” que siempre lo recordaban por la diferentes anécdotas. En febrero festejo su último cumpleaños en la ciudad, en la casa de su madre, y este miércoles inhumaron sus restos en el cementerio local.