En varias sucursales postales del país hubo reclamos de las y los trabajadores que ejercen tareas de distribución, ventanilla comercial y centros de tratamiento postal por la falta de elementos básicos de higiene para correr los mínimos riesgos de contagio.

La empresa presiona a los empleados para que trabajen a pesar de que no les provee de guantes de nitrilo, barbijos y alcohol en gel pata poder desempeñarse con más seguridad.

El descontento no se hizo esperar y hubo sucursales como en Morón, Merlo, Moreno, Ituzaingo, Avellaneda, Quilmes Oeste, Claypole (Buenos Aires), General Roca (Río Negro), Jujuy, Catamarca, Chaco y Salta que directamente decidieron no salir a distribución o no trabajar hasta que se garantice los elemento necesarios de higiene.

En otras sucursales hubo petitorios firmados por los empleados como Río Gallegos (Santa Cruz), Neuquén, Mercedes, Pacheco, Monte Grande exigiendo tener los elementos necesarios para cuidarse dentro de los lugares de trabajo y durante la distribución de correspondencia.

Los riesgos que corren las y los trabajadores durante las tareas laborales son grandes por el contacto con la correspondencia que viene del exterior, el trato con los usuarios que acuden diariamente a las ventanillas comerciales o por la distribución postal domiciliaria.

La empresa no le interesa la seguridad de los trabajadores, según los propios reclamos de los empleados postales y hubo asambleas para exigir que haya barbijos, guantes, alcohol en gel y la constante limpieza en los lugares de desempeño diario.

Desde hace años que hay falta de interés por parte de la empresa a pesar de ser un servicio esencial y deben cumplir con la circulación de correspondencia, paquetería, cobro de jubilaciones, y pago de los servicios públicos. La inversión los elementos necesarios de seguridad que deberían tener los empleados nunca se garantizan y corren riesgos como ocurrió en el año 2001(durante el peligro del ántrax) o durante el peligro de la gripe H1N1 del año 2009.

Mediante las asambleas que se realizan en los centros postales por la irresponsabilidad de la empresa, los trabajadores expresan el descontento y varios de ellos aún son trabajadores precarizados que dependen de agencias contratadas por Correo Argentino.

Las cuatro federaciones (FOECYT, FOECOP, AATRAC y FEJEPROC) que representan a todos y todas las empleadas del correo oficial hasta ahora no han hecho mucho por acompañar los reclamos de sus afiliados según mencionaron varios empleados y esperan que exijan a la empresa a que cumpla con los requerimientos básicos.

Mientras tanto las y los trabajadores están expuestos al contagio por la desidia de la empresa y del Estado Nacional.